Revisa tu lenguaje religioso de vez en cuando: Cuando hablo de Dios, cuando rezo, cuando hablo de los modelos de creyente... ¿qué atributos les concedo? ¿Cómo equilibro lo masculino y femenino para que haya un equilibrio?
El lenguaje religioso, como el lenguaje en general es mayoritariamente masculino. ¡Que la cultura machista no eclipse una experiencia rica en matices!
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